viernes, 27 de abril de 2007

Los Yankees están en el sótano del este


Vaya ironía para los Yankees. Alex Rodríguez está teniendo uno de los arranques de temporada más fenomenales en la historia y el equipo marcha último en su división.
¿Qué está pasando? La respuesta es sencilla: Nueva York se ha quedado sin pitchers.El pitcheo no está a la altura del bateo

Apenas es el primer mes de la temporada y ya hay síntomas de pánico en el Bronx. Cualquiera diría que es bastante temprano, pero la realidad es que los Yankees ya han empezado a improvisar con el libreto que se habían trazado.

Su piloto Joe Torre dio al traste con un par de promesas: la primera que Mariano Rivera sólo iba a ser usado en el noveno inning y la segunda de que iba a llevar con pausa a su preciado prospecto Phil Hughes.

Ya sea por el infortunio de una lesión tras otra, los Yankees se están dando cuenta que su pitcheo no está a la misma altura que la potente alineación de artilleros que cuentan.

Rodríguez acumula un monstruoso promedio de slugging de 1.013, con 14 jonrones y 34 impulsadas.

Al iniciar la temporada, Rodríguez --por su decepcionante desempeño en los pasados playoffs-- asomaba como la gran duda del club, pero ahora ha quedado como la garantía.

También es uno de los cuatro titulares, junto con Derek Jeter, Robinson Canó y Jorge Posada que batean con promedio por encima de .300. Y no dejen atrás a Bobby Abreu (.398 en promedio de embase) y Jason Giambi (4 cuadrangulares y 17 remolcadas).

Pero ello no ha podido evitar que estén al borde de completar su peor arranque en 16 años.

"Lo único que puedo pedirle a este equipo es que no empiecen a desesperarse, a forzar las cosas", dijo Torre esta semana.
Propios y extraños saben que el futuro de los Yankees depende exclusivamente de la actuación de sus lanzadores.

En casi la mitad de sus juegos disputados, sus abridores no han podido pasar más allá del quinto inning y la efectividad acumulada es de 5.65.

Esto ha dejado una pesada carga de trabajo sobre un bullpen que encabeza las mayores en cuanto a apariciones, al extremo que Andy Pettitte ha tenido que ser usado un par de veces como relevista.
Rivera, su estelar taponero, aún no ha conseguido un rescate y ya lleva dos malogrados.

También se ha hecho evidente que la ofensiva no puede compensar todos los días, como se evidenció al sufrir en Boston y Tampa Bay su primera barrida en una gira de cinco juegos fuera de casa en desde junio del 2000.

Un aspecto curioso es que en cada uno de esos partidos los Yankees siempre estuvieron en ventaja, pero sus pitchers no supieron preservarla.

La buena noticia es que nada es eterno. Chien-Ming Wang ya está de vuelta, mientras que Mike Mussina y Carl Pavano podrían hacerlo pronto.

¿Y quién sabe si Pettitte podrá convencer a su amigo Roger Clemens para que se presente en el Bronx?

Pero eso no disipará las dudas de un solo golpe.

Se puede argumentar que Pettitte y Mussina ya no son los pitchers de antaño, y que Wang, pese a sus 19 victorias el año pasado, no se ha consolidado del todo.

Y parece que el japonés Kei Igawa (7.84 en cuatro aperturas) está destinado a emular más a Hideki Irabu que a Hideo Nomo.
No se puede descartar que Clemens podría inclinarse por otros equipos en mejor situación, o incluso por el retiro definitivo.

Si el "Rocket" se pone a estudiar con detenimiento a la gente que lo pretende, Houston --su equipo de los últimos tres años-- y Boston --la novena donde comenzó su carrera-- se antojan como mejores opciones.
Los Medias Rojas, sus eternos rivales, son la otra cara de la moneda, al presumir con Curt Schilling, Josh Beckett y el japonés Daisuke Matsuzaka como abridores de fuste.

También tienen a Tim Wakefield, cuya bola de nudillo le permite consumir innings, y en cualquier momento pueden recurrir a Jon Lester, recuperado de un cáncer, por Julián Tavárez en el quinto puesto.

El cerrador es Jonathan Papelbon (6 rescates), mientras que el japonés Hideki Okajima (0.93) emergió a lo grande como preparador al sacar varios outs importantes en la barrida sobre los Yanquis.

También es evidente que los Yanquis, aún sin lesionados, no la tendrían fácil esta campaña.

El Este, la división que han ganado los últimos nueve años, está más fuerte que nunca. Aparte de los Medias Rojas de Boston, Baltimore, Toronto e incluso Tampa Bay cuentan con ofensivas de temer.

De todas formas, Torre considera que este el momento ideal para estar en atravesar una mala racha.

"Esta es una prueba de tu entereza", comentó Torre sobre el mal momento. "No puedes sumirte en lamentos. Eso no ha ocurrido, ni va a ocurrir".

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